Por Isabel Pérez S., DGDC-UNAM. Fuente: Ciencia UNAM

Las fronteras norte y sur de la República Mexicana como actualmente las conocemos, encierran en su haber una gran e interesante historia que si bien es conocida en algunos aspectos, los detalles de su demarcación son ignorados, así como la participación de los ingenieros geógrafos en la misma a pesar de la importancia que su trabajo significó.

Es necesario aclarar que el término demarcación se refiere a la colocación física de marcas en el terreno, que al unirse señalan una línea, que define la frontera. Esas marcas deben determinarse con métodos científicos, de manera que cada punto se determinaba mediante observaciones astronómicas y triangulaciones topográficas.

Del lado norte

A partir de la guerra con Estados Unidos en 1846, se originó la frontera entre aquella nación y México; en esa época no existía aún el concepto de nacionalismo como lo conocemos hoy, relata Luz María Oralia Tamayo Pérez, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM.

Luego de la invasión de Estados Unidos al territorio mexicano, menciona, nuestro país elaboró y firmó el pacto del Tratado de Límites sobre un mapa que había editado John Disturnell.

En  ese mapa, los firmantes del tratado acordaron que la frontera entre los dos países seguiría el curso del Río Bravo, el límite meridional de Nuevo México, y el Río Gila hasta su confluencia con el Río Colorado y de ahí en línea recta.

Sin embargo el mapa tenía varios errores, la confluencia entre el Gila y el Colorado lo situaba muy próximos al Golfo de California y esto para al fragmentar las dos Californias dejaba a la Baja California aislada del resto del territorio mexicano.

Posteriormente se presentaron otros problemas relacionados con otros errores en el mapa de Disturnell y para solucionarlos se firmó un nuevo tratado conocido como Tratado de la Mesilla o Gadsden, para lo cual se trazó una línea que cruza va por dos paralelos y cruza el desierto de Sonora y Arizona; el límite se terminó con la instalación de monumentos a lo largo de la línea y la elaboración de la cartografía correspondiente.

Nuestros vecinos del sur

México limita al sur con dos países, Guatemala y Belice, aquí se menciona solamente el límite con Guatemala.

Al caer el gobierno de Agustín de Iturbide, Centroamérica se separó, pero ciudad Real, la capital de Chiapas, cuyo gobierno en su mayoría estaba compuesto por criollos, decidieron mediante un plebiscito que tanto Chiapas como el Soconusco seguirían unidos a México, refiere la académica.

Esto significó una pérdida importante para Guatemala comparable con lo que nuestro país experimentó con la disminución de una parte importante de superficie en la parte norte, pues Chiapas representaba casi la mitad del territorio del país vecino.
                                              
Durante el siglo XIX, Guatemala intentó que Chiapas regresara a su jurisdicción, y ante la resistencia de la entidad, México y Guatemala nombraron una Comisión de Reconocimiento para hacer una propuesta de límites entre los dos países.

Límites con climas opuestos

Contrario a las características de la frontera norte, comenta la especialista en historia de la geografía, en el sur existe una vegetación exuberante, ríos caudalosos y una impresionante cadena montañosa, por lo que se decidió que el límite sería natural y eligieron al Río Suchiate, el Usumacinta y otros para hacerlo, así como algunos puntos importantes entre los que se encuentra la cumbre del volcán Tacaná.

“En las dos fronteras las condiciones climáticas fueron muy difíciles, en la frontera norte sus necesidades de agua en la zona del desierto les dificultaba grandemente el trabajo, en la frontera sur en cambio llueve intensamente durante casi todo el año, la vegetación y los mosquitos provocaban a los comisionados, serias enfermedades como el paludismo”, señala.

En este contexto, la Comisión de Reconocimiento inició sus trabajos en 1878. José Salazar Ilarregui al frente de la misma, y seis ingenieros y dos ayudantes se trasladaron a la barra de Ocos para iniciar los trabajos.

Para 1886, finalmente se definió el límite con Guatemala: inicia en la desembocadura del Río Suchiate hasta la línea que cruza por el volcán Tacaná; continuaron por una línea geodésica hasta el punto que le llamaron vértice de Santiago que cruza por el cerro de Ixbul hasta llegar al río Usumacinta.

Fue así, concluye Tamayo Pérez, que desde el siglo XIX el Estado de Chiapas forma parte integrante de los Estados Unidos Mexicanos.

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